Don Argemiro Hernández, padre de Dibier Hernández y suegro de Ana María Sarria nos concedió una entrevista en la ciudad de Florencia para hablar de la muerte de sus seres queridos y de la difícil situación que viven hoy por cuenta del operativo del Ejercito.
Este dolido padre que, no quiso que se tapara su rostro para la entrevista en video, dice que está dispuesto a gritarle al mundo la verdad sobre el asesinato de su hijo y su nuera, que han dejado a dos pequeños de 2 y 6 años huérfanos.
El sr Hernández indica que su hijo llevaba solo año y medio en la vereda alto Remanso, hasta donde él mismo lo llevó, cuando lo trajo de una finca en el departamento del Meta, donde trabajaba como mayordomo.
Dibier de 35 años se dedicaba en la vereda, a la construcción de viviendas en madera, arte que manejaba bien, además ocasionalmente le salían construcciones en concreto, trabajo que era bien pago, según indica el padre de la víctima.
“Mi hijo solo tenía quinto de primaria, pero era bien hablado, por eso lo habían escogido hace 2 meses como presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Alto Remanso, puede ver el acta, el gano con 32 votos” manifiesta don Argemiro.
El propósito del bazar de tres días que se realizaba en la vereda, era para recolectar fondos para la construcción de mas de dos kilómetros de placa en concreto en la zona, debido a que en tiempo de invierno las vías de acceso se ponen intransitables.
Según señala don Argemiro, el tercer día del bazar (lunes 28 marzo) sobre las 7 de la mañana, llegaron hombres vestidos de negro y sin mediar palabras dispararon contra las personas que se encontraban en el lugar, matando al menos a 11 personas.
Su nuera fue una de las primeras víctimas, un disparo le atravesó las piernas, luego su hijo que vino a auxiliarla, fue asesinado con disparos de fusil en el rostro. Cuenta el dolido padre que su nuera murió desangrada a orillas del río sin que nadie la ayudara.
Después de casi dos horas de disparos, la comunidad fue llevada a un costado del lugar y se le impedía siquiera ver hacia donde estaban los muertos.
Ingresó a las malas a ver el cuerpo de su hijo
Don Argemiro, que intentaba ingresar al lugar, cuando supo que su hijo estaba caído, tiró su canoa contra las pirañas que había en el lugar y pese a las armas apuntándole, llegó hasta el cuerpo de su hijo. Luego de verlo con el rostro destrozado, lo cubrió con la gorra que llevaba.
Puede interesarte: Se conocen nuevos videos sobre el operativo del Ejército en Putumayo
Además del dolor de la muerte de su hijo y su nuera, su familia ha tenido que afrontar el dolor de que hayan sido señalados como miembros de las disidencias, cosa que asegura es totalmente falso, ni sus muertos, ni ninguno de los 11 fallecidos.
Dibier había sostenido reuniones con autoridades del municipio de Puerto Guzmán y del departamento del Putumayo, no era ningún desconocido y los habitantes del lugar reconocían su trabajo por la comunidad.
Los recursos producto de los tres días de bazar según indica la comunidad, se los llevaron las autoridades que llegaron al lugar, de la misma manera que el dinero de un campesino del sitio y de varias botellas de licor que habían quedado.
Según los habitantes de la comunidad, el Ejército les mató su gente y se llevó el producido del trabajo de todos.
Por ahora don Argemiro cuida de su nieta de 6 años, mientras los padres de Ana María hacen lo mismo con el pequeño de 2. Siguen reuniéndose a llorar sus muertos y a buscar seguir unidos a pesar del dolor que los agobia.
Su tarea no termina y busca la manera de que el mundo sepa que su hijo y su nuera, no eran guerrilleros, al tiempo que espera que las autoridades reconozcan el error cometido y limpien el buen nombre de sus familiares y vecinos.
Puede interesarte: El bazar del horror en Putumayo
I may need your help. I tried many ways but couldn’t solve it, but after reading your article, I think you have a way to help me. I’m looking forward for your reply. Thanks.