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Don Juan y sus artesanías para salir de la olla

Don Juan Londoño es un artesano de 70 años que convierte latas de bebidas en bellas y coloridas ollas que comercializa para llevar el sustento a su casa

Sale, loco de contento con su cargamento de ollitas para la ciudad. Lleva, en su pensamiento el sustento de su casa, su hija y sus nietos. Es don Juan Londoño, Un adulto mayor que, a sus 70 años, sigue recorriendo las calles de Florencia ofreciendo sus artesanías.

Hace 3 años que don Juan aprendió de un amigo suyo de la ciudad de Bogotá, el arte de convertir latas de bebidas, en bellas ollas decorativas que comercializa entre sus vecinos, conocidos y personas que encuentra en las calles durante sus correrías.

Don Juan logró aprender esta difícil tarea que requiere de paciencia, habilidad y mucho talento para hacer de una lata desocupada, una olla a presión o algún sartén de diminuto tamaño. Sus obras con coloridas y hermosas, dicen sus clientas, algunas, ya cuentan con grandes colecciones.

Trabajo a la lata. Fotos de Jhon Hernández Caleño

Este artesano vive en una humilde vivienda del barrio Sinaí de Florencia, en el departamento del Caquetá. Con él conviven su hija y sus dos nietos que lo acompañan y le ayudan en la tarea de fabricar sus artesanías.

Estas artesanías evitan que mas basura llegue a los ríos de la ciudad

Esta tarea que realiza don Juan aparte de ser su sustento, ayuda a la conservación del medio ambiente, al darle una segunda vida a estar latas y plásticos usados que, de no ser utilizados aquí, podrían terminar en algún río de la ciudad.

Sus ollas cuestan cinco mil pesos la unidad y el combo de 3 piezas, una olla a presión grande y dos más pequeñas, cuesta 12 mil pesos. Con este dinero no solamente sobrevive su familia, sino que debe comprar los materiales para poder seguir fabricándolas.

Coloridas ollas en miniatura. Fotos Jhon Hernández Caleño

La pandemia e impacto social que generó han disminuido considerablemente los ingresos de don Juan quien, a pesar de la adversidad, mantiene su fe intacta en que DIOS proveerá lo que necesite en su casa, como lo ha hecho durante toda su vida.

Por ahora don Juan seguirá recorriendo las calles de Florencia los fines de semana, llevando en su canasto las artesanías que lo han sacado de la olla.

Bendiciones para don Juan y todos los artesanos que a diario se rebuscan la vida en la creación de alguna obra de arte.

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